Cuando se trata de realizar reformas en hoteles, la salud y seguridad de los huéspedes y empleados es una prioridad. Uno de los riesgos más importantes a tener en cuenta durante estos procesos es la legionella, una bacteria que puede causar graves problemas de salud. El control de la legionella a la hora de plantear reformas en hoteles no solo es esencial para cumplir con las normativas, sino también para proteger a las personas y garantizar la tranquilidad de los huéspedes.
Contar con el apoyo de empresas especializadas, como Trakta, puede ser la clave para gestionar correctamente estos riesgos y llevar a cabo reformas exitosas que no comprometan la seguridad sanitaria.
¿Qué es la Legionella y Por Qué es Importante Controlarla en Hoteles?
La legionella es una bacteria que se encuentra en ambientes acuáticos y que puede proliferar en sistemas de agua estancada o mal gestionados, como las duchas, las fuentes ornamentales o los sistemas de refrigeración. Aunque la legionella no suele causar problemas si está bajo control, cuando se reproduce de manera descontrolada puede provocar una enfermedad grave llamada legionelosis, que incluye neumonía y otras complicaciones respiratorias.
En los hoteles, donde se dispone de múltiples sistemas de agua y donde la afluencia de personas es constante, es fundamental gestionar adecuadamente el control de la legionella a la hora de plantear reformas en hoteles. Esto es especialmente importante cuando se realizan cambios o remodelaciones en instalaciones de fontanería, climatización o en áreas comunes con sistemas de agua, como piscinas o spas.
Medidas a Tomar Durante las Reformas en Hoteles para Controlar la Legionella
Existen una serie de pasos y prácticas recomendadas que los responsables de las reformas deben tener en cuenta para garantizar el control de la legionella a la hora de plantear reformas en hoteles. Estos pasos pueden variar dependiendo de la magnitud de la reforma y de los sistemas de agua del hotel, pero en general deben incluir los siguientes aspectos:
1. Inspección y Mantenimiento de los Sistemas de Agua
Antes de realizar cualquier reforma, es necesario inspeccionar los sistemas de agua existentes, especialmente las tuberías, los sistemas de fontanería y los calentadores. La limpieza y desinfección de estos sistemas deben formar parte de la planificación de la reforma. Además, es recomendable realizar un análisis microbiológico del agua para detectar posibles focos de legionella antes de que las reformas comiencen.
2. Actualización de los Sistemas de Climatización
Los sistemas de climatización, como los sistemas de refrigeración o los aires acondicionados, también pueden ser vectores de transmisión de la legionella si no se mantienen adecuadamente. Al planear reformas que impliquen modificaciones o ampliaciones de estos sistemas, es esencial asegurarse de que cumplan con los estándares de control de la legionella y de que se realicen mantenimientos preventivos regulares.
3. Implementación de Procedimientos de Prevención de Legionella
El control de la legionella a la hora de plantear reformas en hoteles también implica la adopción de procedimientos preventivos, como el control de la temperatura del agua en las duchas y sistemas de calefacción. El agua caliente debe mantenerse a temperaturas superiores a 60°C, mientras que el agua fría debe estar por debajo de 20°C. También es fundamental eliminar el agua estancada en las tuberías y asegurarse de que no existan puntos muertos donde la legionella pueda proliferar.
4. Uso de Tecnología y Servicios Profesionales
Existen soluciones tecnológicas y profesionales especializadas que pueden garantizar el control de la legionella durante las reformas en hoteles. Empresas como Trakta ofrecen servicios específicos para el control y la prevención de la legionella, desde auditorías y tratamientos de desinfección hasta la instalación de sistemas de control y mantenimiento de la calidad del agua.
El control de la legionella a la hora de plantear reformas en hoteles no solo es una cuestión de cumplir con las normativas, sino de garantizar la seguridad y la salud de todos los que hacen uso de las instalaciones. Al prestar atención a la gestión de los sistemas de agua y climatización, así como a la implementación de procedimientos preventivos adecuados, los hoteles pueden prevenir riesgos y asegurar un ambiente seguro para sus huéspedes.